-¿Buenas tardes, como estás Gerly?, Beyoncé le preguntó con tono altivo, - estoy bien señora, ¿y usted?, contestó inclinando su
cabeza.
-¿Estas lista para nuestra sesión de hoy?, preguntó nuevamente.
-Sí señora, estoy a su entera disposición, musitó levemente.
-Muy bien, quítate la ropa y asume la posición. Gerly se quitó todo en silencio y rápidamente subió sobre una mesa larga y estrecha, se recostó en ella, extendió sus piernas a lo largo y esperó la próxima orden de su dueña. En realidad nunca le había visto la cara, y aún no conocía su nombre verdadero, pero al menos dos veces al mes, acudía a la cita con la desconocida, para dejarse dominar por ella.
Tal vez una entre diez, de las que acudían a la casa podían estar con la dueña en persona, y ser usadas para su placer sexual, pero normalmente ella usaba para abusar a las vivistas, varias sirvientas mujeres.
Estaba allí, preguntándose que le depararía la sesión de hoy, cuando dos muchachas precoces, desnudas, aparecidas de la nada, ataron sus muñecas y tobillos con correas a algo parecido a una angosta cama.
Atemorizada por la inmovilidad, se atreve a preguntar a su ama que le tocará hoy en suerte. Ella la mira con desdén y le dice:
-¿En verdad quieres saber lo que sigue, Gerly?
- Sí, contesta ella
- Simplemente te van a rasurar.
- ¿Rasurar dónde?, Dígame ama, donde me van a rasurar.
Justo al momento de responder su pregunta, una de las muchachas comenzó con su tarea, untó con aceite tibio su coño y comenzó a masajearla con manos delicadas y tiernas, ocasionándole suspiros y jadeos. En los minutos siguiente solo es audible dentro de la habitación, los gemidos fuertes de Gerly y por supuesto los sonidos producidos por el chapotear del aceite en su chocho lleno.
- Estas lista para que las niñas rasuren tu sexo, la ama inquirió con voz autoritaria.
- ¡Sí!!! Dijo ella entre lamentos, por favor ordénales que lo hagan ahora; ¡estoy lista!
La fría navaja de barbero, larga y helada, contra su vulva caliente,en el contacto inicial le causa un escalofrío siniestro. La pequeña rubia comienza a afeitar el área de la vulva entera. Sea como fuere éste placer se torna intenso. – Continua, ella ruega débilmente, sintiendo como el fuego de la pasión empieza a quemar por dentro. Luego perdiendo el control exclama:
- Que alguien me folle, ¡por favor!!!
- A su debido tiempo, ella le contesta suavemente, pero antes que te demos lo que necesitas así desesperadamente, tengo una pregunta que hacerte
- ¿Qué es lo que desea saber mi ama?
- ¿Dónde has estado el domingo por la mañana?
- Nada especial, fui a la iglesia, contestó entre jadeos y lamentos
- ¡Y qué fuiste a hacer allí!
- ¡Qué quiere mi ama que le diga su sierva exactamente!
- Solo te pregunté perra inmunda, que fuiste ha hacer a la iglesia
La mente de Gerly estaba girando por los efectos del masaje, ahora intenso, y por el roce de la navaja en contacto con su cuerpo, no podía pensar con claridad, en un rapto de desesperación respondió: - ¡Enseño música a un coro de niñas, les doy clases de canto!
Presa de la ira, su ama la fustiga, inquiriendo:¿Eso es correcto?
- ¿Que pensarían los padres de esos niños, si vieran una grabación de todo esto?
Una puñalada de terror le paralizó la mente, y solo atinó a balbucear: -¡Usted no me puede hacer esto!
- Por supuesto que puedo, ella le contestó soezmente, de hecho ya le envié al señor cura una copia anónima del video de la semana pasada.
Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y en un gesto de rebeldía replicó airadamente.
Prometió que nunca saldrían las sesiones de aquí - ¡usted ha traicionado mi confianza ciega!
- Te he realizado un gran favor Gerly, aunque de momento no lo entiendas.
Con la rabia creciendo en su interior, por primera vez en dos años, ella quiere escapar de sus correas, pero dos pellizcones, uno en cada teta, aplicados por las niñas siervas, mas unos fustazos de su ama, aplicados con justeza en su cuerpo, lehicieron pegar un grito de dolor intenso.
- Me están haciendo daño, gimió, déjenme ir, no quiero servir más aquí.
- Por supuesto, lo que vos digas Gerly, contestó ella, pero antes debes mirar esto.
Con los pezones hinchados y su chocho todavía ardiendo, miró la televisión que su ama Beyoncé encendió y para horror de ella, las imágenes de la semana anterior comenzaron a correr. A través de la pantalla se podía ver la última sesión, donde chupó y folló con ese sirviente de raza negra, encapuchado y con una gran verga, mientras ella chupaba el coño de una sierva niña pequeña. El tormento aumentó cuando se vio haciendo las cosas más tremendas, y para peor esa niña que la penetró entre las piernas, con ese arnés gigantesco era su hermana Erika.
- Pensé que lo disfrutabas, ¿No es cierto?
- Usted es una bastarda, Gerly le espetó entre dientes, mientras la rubia sierva, la penetraba con el consolador de latex negro.
- ¡Ahora vas a saber quién soy yo!
- ¡Oh!, Ya veo contestó Gerly
- Vas a probar lo que uso yo para mi propio placer sádico.
- ¡Que!
- Exactamente esto, ella se jactó mientras le introdujo el mango de su fusta en el sexo.
- ¡Ayyy!!! Usted siente placer en atormentar a las personas!
- Mmmmmmmmm, si nunca te he llamado, porque siempre has vuelto, ella replicó. Pero si quieres detenerte, todo lo que tienes que hacer es suplicarme.
- ¡Noo! Gerly jadeó, cuando su coño comenzó un espasmo violento. Completamente fuera de control murmura: - Me siento totalmente penetrada, se siente tan bien, gimió con su sexo convulsionado alrededor del mango de la fusta grueso.
- Pensar que ya lo hice, dijo para sus adentros
- Piensa en el señor cura, le dice Beyonce mirando este video y masturbándose frenéticamente.
- ¡No!!! , grita Gerly nunca podría hacerlo
- ¿Eso crees?, ¡Veamos si es cierto!
En ese momento se abre la puerta y aparece el Señor cura desnudoy con su polla enhiesta, mira la criatura desnuda y atada con el coño recién afeitado, se babea con lo que ve, y se acerca presto, coloca la verga en la boca de la niña, ella hace un último esfuerzo, pero el empuja y la pequeña boca se llena de sexo. Él tiene una polla inmensa, ansiosa y palpitante de esa carne fresca, empuja más pero la sofoca, entonces sale, se monta y de un solo golpe brutal la penetra. Beyoncé fuera de sí, castiga con la fusta las nalgas del clérigo, haciendo que este se enfurezca, aumente su ritmo de galope al tiempo que ulula preso de la histeria. Este dantesco cuadro dura una eternidad para Gerly, hasta que siente su interior llenarse de esperma. El señor cura bufa exhausto y Beyoncé sonríe victoriosa. Hoy ha incorporado un nuevo acólito a su secta...
¡Valió la pena!

martamarques