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ÁMSTERDAM

"Mi mujer y yo nos fuimos el mes pasado de viaje por Europa y nos atraía la idea de ir a Ámsterdam por todo lo que se ha dicho de esa ciudad, así que decidimos ir y pasar unos días y así conocer la ciudad."

 

El día que llegamos lo dedicamos a pasear por los lugares más representativos y a hacer algunas compras. Nos alojamos en un hotel céntrico cerca de la zona “caliente”. El Barrio Rojo” en el que abundan las prostitutas y los locales de alterne en los cuales se exhiben mujeres en escaparates y hay sex-shops y bares de todo tipo.

Mi mujer Amalia, es muy guapa y tiene un cuerpo bastante provocador para su edad. Tiene el pelo rubio y rizado, ojos claros, labios seductores y que usa muy bien. Sus tetas son grandes y sus pezones son rosados y tiesos cuando se excita, lo que es muy habitual ya que disfrutamos del sexo muy a menudo como sabéis. Su culo es redondo y apretado, vamos muy tentador. Se viste muy provocativa, mostrando sus piernas por completo, sus tetas no son un secreto ya sabéis también que folla más que mea siempre usa tacones altos.
Por la noche después de cenar en el restaurante del hotel, decidimos salir a dar una vuelta por la zona a ver si encontrábamos diversión. Yo la esperé en la recepción del hotel ya que decidió cambiarse. Cuando bajo me empecé a entonar y sabía que la noche iba a ser movidita. Llevaba puesto un top blanco de tirantes que le tapaba lo justo por debajo de las tetas, de hecho según bajaba por las escaleras, sus tetas se balanceaban bajo el top y se veían por debajo. También llevaba una falda negra de látex brillante que había comprado por la mañana en una de las tiendas y que se pegaba por completo a su trasero ya que las piernas ni las tapaba, de hecho me fije bien y vi que llevaba su coño al aire como acostumbra a hacer cuando salimos de juerga, según dice ella, por comodidad. En los pies tenía puestas unas sandalias de tacón alto y fino, una pequeña plataforma y una sola tira que abrazaba sus lindos deditos a la suela.
Dude entre salir y subirla a la habitación e hincharse a follar pero estaba seguro que iba a ser más excitante salir, sobre todo para ella ya que es una gran exhibicionista que a tenor de su vestimenta quedaba bastante claro, que lo que quería era follar con el que pillara.
Nos dimos un profundo beso abrazados y nos fuimos a la calle. Había mucha animación y mucha gente, parecía como si fueran fiestas, con música en la calle, y atracciones. Mi mujer poco a poco se iba convirtiendo en una atracción mas para los tíos que nos encontrábamos y alguna mujer, por que no decirlo. Entramos en un disco bar que estaba lleno de gente y llegando a duras penas hasta la barra pedimos nuestra consumición y nos apartamos al fondo, junto una pared donde parecía que había algo mas de sitio. Mi mujer besándome en la mejilla me confeso al oído que según íbamos hacia la barra, alguna mano le había sobado el culo, alguna incluso se había metido por debajo entre sus glúteos en su hermosísima raja.
Creo que tanto ella como yo estábamos calentitos con eso, y con el sobeteo que la estaba dando yo por debajo del top y que ella demostraba con sus pezones erectos y duros. Ella tocándome el paquete por encima del pantalón pudo comprobar que mi polla se despertaba cada vez mas y no tardaría en pedir guerra.
En una mesa cercana estaban dos tíos sentados bebiendo unas jarras de cerveza que no quitaban el ojo de encima a Amalia, hablando entre ellos y riendo. Eran dos chicos de unos veinticinco o treinta años rubios y fuertes, parecían Alemanes. Le dije a Amalia que estaba creando expectación y ella girándose y mirándolos me dijo que de eso se trataba. Ellos le dijeron algo que no entendimos y la guiñaron un ojo, diciendo que fuera. Mi mujer me miró y me dijo que qué pasaría si iba a verles,  Yo le dije que era libre de hacer lo quisiera, pero que no me abandonase y me dijo que venía en un momento.
Se acerco a ellos y ellos sin levantarse la dijeron algo y la dieron dos besos cada uno a modo de presentación. Uno de ellos la agarró por la cintura y Amalia se sentó en su pierna a lo que los dos mirándose respondieron con cara de satisfacción. Ella de vez en cuando me miraba con cara sonriente y traviesa y yo estaba medio excitado, medio nervioso, sobre todo cuando vi que el que tenía a mi mujer sobre su pierna no se cortaba un pelo en sobarle el culo por encima de la brillante minifalda de látex. Ella tampoco se cortaba y le puso el pie encima de la pierna del de enfrente pisándole con la sandalia, mientras apoyándose sobre el chico sobre el que estaba sentada, puso su mano encima del paquete del chico.
Estos hablaban entre ellos y se reían, seguro que estaban planeando algo, sobre todo cuando chico que servia de asiento a Amalia subió su mano hasta la cintura y subiendo algo mas metió su mano debajo del top y le agarro una teta. Ella no se aparto y mirándome, me lanzo un beso. El tío sin sacar la mano de debajo la subió algo mas y saco la teta de mi mujer por debajo del top subiéndolo y mostrando su pezón duro que él pellizcaba con los dedos y que a ella le empezaba a hacer efecto.
El pie que tenia sobre la pierna del otro chico, se fue entre sus piernas y jugando con la suela y el tacón de su sandalia, sobaba arriba y abajo el paquete que empezaba a agrandarse. La mano que tenia sobre la entrepierna del chico sobre el que se sentaba se coló por la bragueta del chico y al agarrar la polla del chico, me miro con cara de susto y mostrándome claramente que estaba a cien me di cuenta de que quería algo mas que estar allí en ese bar sin hacer nada.
Ella le susurro algo al oído haciéndole señas hacia mí y entonces los dos me miraron sonrientes. Ella se acerco a mí y me dijo que le apetecía jugar un rato con ellos y que seguro que no les importaba. Yo le dije que haríamos los que quisiera y haciéndole gestos a los chicos se levantaron y se acercaron. Nos dijeron con gestos y medio en ingles que les acompañásemos y salimos del bar.
A pocos metros del bar giramos en una esquina y entramos en un callejón al final del cual había un garaje que uno de ellos abrió. Debía de ser su casa pero al abrir y ver instrumentos musicales comprendí que se trataba de un local de ensayo de algún grupo musical, seguramente al que ellos pertenecían. Entramos dentro y cerraron la puerta tras nosotros. Mientras uno de ellos ponía algo de música y sacaba algo de bebida el otro se acerco a mi mujer y agarrándola por detrás le metió las manos por debajo del top y estuvo acariciándole los pechos un poco mientras le mordía y besaba el cuello. Acabo por quitarle el top y dejarla con las tetas al aire. Ella estaba muy cachonda también le sobaba el paquete a él.
El otro me invitó a sentarme con él en un sofá y tomando algo contemplamos como mi mujer era un juguete en manos de aquel tipo. Él le sobaba las tetas y el culo y ella le acariciaba el paquete. Él le dio la vuelta y agarrándola de la cabeza la agacho hasta dejar su cara frente a su bragueta quedando Amalia en cuclillas. Al ponerse en esta postura la minifalda se subió y dejó su culo al aire por completo mientras el chico se sacaba la polla que por cierto era grandísima. Él le pasaba la polla por la cara y los labios sin soltarla la cabeza y se la acabo metiendo en la boca. En vez de chuparle mi mujer, el se la follaba y ella con una mano agarrada a su pierna y la otra acariciándose la pipa, estaba metida en faena.
El chico que estaba sentado junto a mi se había sacado la polla, que era tan grande o más que la de su amigo y estaba pajeándose lentamente y diciéndole cosas al otro. Yo tambien me saque la polla ya que no podía mas y comencé a pajearme.
El que se estaba follando a mi mujer por la boca la levantó y la acercó a nosotros, haciéndola agacharse y tragándose la polla del que estaba pajeandose a mi lado. Mientras tanto él se agacho y metió su cara entre sus nalgas chupandole el culo y el coño a mi mujer que me agarro la polla y me masturbaba con su mano mientras se comía la polla del que estaba sentado a mi lado.
El que le chupaba el coño, se levantó y agarrando su polla se la metió por detrás en el coño y comenzó a follarla agarrándola de las caderas. Eso hizo que sus tetas empezasen a bailar adelante y atrás mientras chupaba a la vez que masturbaba la polla del otro Alemán y alternaba con la mía que al sentir sus labios y viendo la escena de porno que estábamos haciendo, casi hace que me corra.
Después de un rato así, la dieron la vuelta y la sentaron sobre el que estaba a mi lado metiendole la polla en el culo poco a poco hasta que cayó sobre sus huevos. El otro se agacho y poniendo sus piernas sobre los hombros le metió la polla por el coño y así la follaron entre los dos
durante largo rato mientras yo de pie en el sofá tenía mi polla dentro de la boca de mi mujer que al cabo de un rato llene de leche caliente y espesa que le escurrió por el cuello y las tetas.
Los dos tíos no dejaban de follarla y ella debió de tener varios orgasmos y estaba fuera de sí. El que estaba follandola por el coño saco su polla y masturbándose se corrió sobre su cara y sus tetas y el otro agarrándola de la cintura la subía y bajaba con tanta fuerza que pensé que iba a atravesar con esa gran polla. Ella dejo de gemir y casi gritaba de placer hasta que el paro de zarandearla y mi mujer se dejo caer a un lado del sofá.
El tío que estaba sentado, le había llenado el culo de leche ya que salía de su culo escurriendo por la pierna. Así estuvimos un poco recuperándose de la orgía que habíamos montado y finalmente nos vestimos y nos fuimos.

Íbamos paseando y ella me decía,Cari,me está chorreando la leche por la piernas abajo,compramos una toallitas de bebé,perfumadas y nos paramos en un Pub a refrescarnos un poco, sin darnos cuenta que era un Pub de intercambios, en el cual había muchas parejas, y muchos tíos negros muy cachas, ella dijo al entrar” joder como está el patio”, ella se fue directa para el baño a limpiarse el culo y el coño de la leche de los anteriores,y yo me fui para la barra,a pedir un par de cervezas frías.

Estando en la barra se me acerca un negro de casi dos metros y me dice” You want me to fuck your wife”, yo le dije en castellano “depende si ella quiere te la puedes follar”, y entonces me contestó en castellano, el negro era de Guinea Ecuatorial, y hablaba nuestro idioma, me dijo que estaba trabajando de gigoló, y que follaba a las mujeres por 200€ noche, que podía hacernos un servicio ya que estaba libre, se llamaba Roger,me dijo que tenia una polla de 23cm, que sus clientas disfrutan mucho, estando diciendo esto apareció Amalia y se lo presenté, y le conté lo que habíamos hablado, ella ni corta ni perezosa le echó mano al paquete y dijo no esta mal, pero por hoy ya tengo mi ración, si quieres mañana sobre las 10 de la mañana te pasas por este hotel, habitación 356, y te esperamos, !!vale!!, tomamos nuestras cervezas y nos fuimos para el hotel a descansar, yo le dije a Amalia, que cuando llegara Roger mañana me iría a la sauna del hotel,para que disfrutara ella de su negrito.

Amalia ya se había, preparado,porque en esa noche después de la movida follamos nosotros un rato,pero claro ella solo estaba pensando en los 23cm que le iban a meter por la mañana, así que cuando Roger, estaba con un batín corto,si nada debajo,yo me quedé un rato para ver empezar la faena.

Cuando abrí la puerta, y ver al tío tan grande le dije a mi mujer,”anda que te vas a empachar de polla jaja” él dijo

 hola como están?.

Mi mujer abriéndose la bata dijo

 mira como estoy.

Se juntaron los dos y empezaron a besarse, él mientras la besaba le acariciaba las tetas cogiéndola de los pezones y ella le acariciaba su polla por encima del pantalón, mi mujer le bajó la cremallera sacándosela y cuando la tuvo en la mano dijo

mira cariño que herramienta

Sin cortarse ni un pelo empezó a pasarle la lengua por el capullo y chuparlo luego, con la otra mano le cogía los huevos, colganderos y bastante gordos, él la aparto un poco para desnudarse y ella se quitó la bata, se fueron a la cama y empezaron con un 69, yo ya me marche y los deje a su aire, lo que cuento ahora es lo que me contó mi mujer después, y lo que vi yo luego a última hora.

Pues según Amalia, Roger era un tío que aguantaba mucho antes de correrse, que le echo solo tres polvos desde las 10 hasta las 14 horas, pero no fue solo Roger quien se la folló, cuando yo llegue a la habitación me la encontré con dos negros. El otro era del servicio de habitaciones que, al abrir la puerta para hacer la habitación no esperaba encontrarse la escena que se encontró, a la cual mi mujer lo invito.

Al otro negro igual de grande que Roger, cuando yo llegué, mi mujer estaba sentada encima del negro del servicio con toda su polla dentro y Roger la estaba follando por el culo, yo esperé a que terminaran viendo a mi mujer chorreando un montón de leche por los dos agujeros, estaba súper agotada. A Roger le di sus 200€ por su servicio y al otro 50€ de propina, y se marcharon.

Ese día hice que le subieran la comida a mi mujer porque no podía bajar a los comedores de lo que le dolía el coño y el culo.

Con el negro del servicio que también tenia una buena polla, follo un par de veces más antes de venirnos para España.

Datos del Relato
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