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Categoría: Lésbicos

Mi obsesión

Todo empezó la tarde que estaba en las duchas del gimnasio. Hacia mucho tiempo que no tenía sexo y todo empezaba a excitarme. Mientras me duchaba apareció frente a mi una chica rubia, era nueva nunca la había visto se estaba duchando con los ojos cerrados le resbalaba el jabón todo por el cuerpo en especial por las tetas. Eran enormes, duras, con los pezones rozados y tiesos. Seguí mirándola tenía los vellos del pubis rubios y muy escasos. Volví a mirarle las tetas eran impresionantes, nunca había visto unas así, de ese tamaño, tan firmes, tan bellas. Me excite. No sé que paso. Siempre me habían gustado los hombres y no cambiaba una buena polla por nada del mundo, sin embargo en ese momento me embargo un enorme deseo de acariciar ese par de tetas, de cogerlas, de chuparlas y de comerlas.



Mientras yo seguía ahí en la ducha, mirando y mientras me caía a mi el agua fría note como mis pezones también se endurecían era de excitación y de frío. Llegué a casa me baje el chándal, las bragas y empecé a masturbarme, no podía dejar de recordar esa escena, ni las tetas de esa chica.



Al otro día volví al gimnasio, ella salía de la piscina se le marcaba todos los pezones a través del bañador, la seguí a los vestidores para observar como se desvestía. Volví a excitarme y mucho. Observe como se ponía crema por todo el cuerpo, se embadurnaba toda. Se ponía un tanga transparente que deja ver sus rubios vellos. A mi me impresionaban nunca había visto un vello tan rubio.



Esa noche soñé con ella. Empecé a preocuparme, sobre todo por mi deseo sexual por una mujer. No creía que fuera lesbiana, es más a la fecha creo que soy una bisexual total. Creo en el placer del cuerpo humano, no hay más. Un buen cuerpo es toda una delicia, sea hombre o sea mujer.



A la mañana siguiente le llame a Luis, mi amigo y ex amante. Le conté lo que me pasaba y se rió, me dijo que se había empalmado con lo que le contaba. Le pedí que si entre sus amigas conocía a una chica que quisiera hacer un trío, me dijo que si. Que si la quería rubia o morena. Le dije que rubia.



Me contó que tenia una amiga americana que trabaja en American Airlines, según su expresión esta buenísima y era de lo más caliente le gusta de todo. Llega el sábado de Miami. Se lo propongo y te llamo.



Me llamo el sábado quedamos para esa noche. Yo iba súper nerviosa, mi primera experiencia con una mujer. Cuando llego la chica era espectacular. Se llamaba iba con una camiseta negra de tirantes escotadisima y sin sujetador, llevaba una faldita minúscula y era muy rubia.



Luis nos ofreció unas copas y empezamos a beber para romper el hielo. En eso ella empezó a baila de una manera muy sensual acariciándose toda. Se sobaba las tetas. Y empecé a excitarme. Luis se acerco a ella, le levanto la faldita y empezó a acariciarle las nalgas y a meterle mano por todos lados. En eso me dijo: ven acércate. El se alejo y ella empezó a acariciarme por encima de la ropa, siguió bailando hasta quitarse la camiseta, luego la falda y finalmente las bragas, luego me desnudo. Yo miraba a Luis como pidiéndole que se acercara pero con señas me decía: no yo quiero ver.



En eso nos tendimos las dos en el sofá, y la chica empezó a besarme, luego a acariciarme toda. A mi recorría un placer inexplicable por todo el cuerpo. Poco a poco fue bajando hasta llegar a mi sexo. Una vez ahí empezó a pasar la lengua por mis vellos, la movía entre ellos, los mojaba de saliva. Me erice toda,siguió bajando y empezó a mover la lengua como una loca a una rapidez impresionante, la movía de arriba abajo, de izquierda a derecha, se notaba que sabía. Yo no paraba de retorcerme, era como ver el universo, luego me abrió más y metió su lengua en eso abrí los ojos y vi a Luis haciendo se una paja tenía la polla a punto de explotar estaba disfrutando. La imagen de Luis y la lengua de Adela me hicieron tener un orgasmo tras otro, pero necesitaba llegar a mi obsesión sus tetas.



Me puse abajo de ella de manera que sus descomunales tetas quedaran justo enfrente de mi boca. Saque la lengua y ahí estaba el ansiado bocado; moví la lengua sobre sus pezones hasta que estuvieron como una piedra, eran riquísimos. Dos cerezas exquisitas.



Luego los junte con mis dos manos y se los lamí de manera horizontal y más rápida. Mientras ella movía sus dedos por mi todo mi coño. Después empecé a mamar de sus tetas como una bebe, le daba chupaditas sin parar, mmm que ricas...le succionaba el pezón,mmmmm...que placer....Mientras le chupaba un pezón, cogía el otro entre dos de mis dedos moviéndolo como si le diera vueltas, suave pero firme hasta hacerlos poner más duros que una roca. Ahora entendía porque a los hombres les gustan tanto las tetas. Creo que no había mayor placer que mamar unas buenas tetas, grandes, ricas o sino sentir una enorme polla dentro moviéndose sin parar



Seguí mordiendo muy despacio sus pezones disfrutándolos saboreándolos, llenándome de ellos, me corrí como una loca y ella termino diciéndome que nunca había sentido una boca tan exquisita sobre sus tetas.



Después entre las dos le regalamos una buena mamada a Luis en verdad se la merecía gracias a el habíamos disfrutado tantas horas de placer.


Datos del Relato
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