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Categoría: Transexuales

un encuentro maravilloso

Una tarde gris y lluviosa


Hola me llamo Vicente, tengo 30 años, mido 180 centímetros y tengo un peso de 78 kilos, trabajo de conductor de un autobús. Estoy divorciado.
Esta historia me paso en el mes de mayo de 2003, un viernes por la tarde, al llegar a la Estación del tren, para ir a pasar el fin de semana a mi aldea, me encontré con una chica, en el anden de la estación que estaba llorando, y tenia la cara con un golpe, me acerque a ella le hable y le invite a un café, como faltaba mas de 30 minutos para la salida del tren, me contó que era un transexual, operado de cintura hacia arriba, que iba a ver a unos colegas en otra ciudad y que en los lavabos unos gamberros le había golpeado y le robaron todo el dinero que tenia encima.
Le invite a venir a mi casa todo el fin de semana, a lo cual acepto, acepto y tomando su equipaje una mochila y una bolsa de mano y tomamos el tren para hacer un recorrido de 35 kilómetros, en el vagón estábamos prácticamente solos, al cabo de un rato, me coloco el jersey encima de mi regazo y metió su mano por debajo, me soltó el cinturón, el botón, bajo la cremallera del pantalón y coloco su mano sobre mi pene, un pene normal de 17 centímetros, al cual empezó a acariciar suavemente, y a pajearlo muy suavemente, pero no llegue a correrme.
Al llegar a la estación de destino subimos a un taxi y nos fuimos a mi casa, una vez en casa me pregunto si me gustaba que estuviese en pantalón o en falda, le dije que en falda, al poco rato apareció delante MIA con una minifalda escocesa muy cortita con una blusa blanca muy ajustada que le dejaba ver un sujetar de encaje muy ajustado de color negro y una medias o pantys negros, de verdad que aquello parecía una verdadera mujer, tanto es así que mi pene se puso tan duro que casi me rompe en pantalón.
Salí un momento a la tienda para realizar unas compras y no podía apartar de mi cabeza aquella mujer que tenia en casa, al llegar a casa deje las bolsas en la cocina y la llame, una vez que estuvo delante de mi, la abrace con toda mi fuerza y notaba como un par de pechos muy duros se clavaban en mi pecho, unos pechos duros y firmes, busque sus labios y los bese muchas veces, nuestras lenguas se encontraron dentro de las bocas y no puedo precisar el tiempo que estuvimos con las bocas pegadas, pero cada vez me gustaba mas cuando su lengua se introducía dentro de mi pobre boca y la recorría, al tiempo que sus labios me besaban con una fuerza succionadora.
Me coloque a sus espaldas, mis manos en su cintura y comencé a besar su cuello, ella se estremecía y mis manos fueron subiendo por su abdomen hasta alcanzar la punta de los dos pechos, a los que acaricie, eran duros y redonditos, estuve mucho tiempo sobando o acariciando aquellos pechos por encima de una blusa de naylon.
Nos sentamos en una cama, ella quedo por encima mía, nos fundimos en un fuerte abrazo y un largo y cálido beso, nos desnudamos y ella quedo en braga y en sujetador, no pude resistirlo le quite su braguita y tenia un pequeño pene de unos 10 centímetros, delgado pero muy duro, comencé a pajearlo y acabe chapándolo, nos colocamos en posición y realizamos un 69 preciso, ella sabia trabajar con su boca mi pene, me coloco a mas de 100, apunto estuve de eyacular en su boca, pero no quería quería inyectar mi liquido en otro sitio, volví a jugar con sus pechos todo el tiempo que quise, se coloco a gatas y me ofreció su ano, acerque mi pene muy despacio y penetro muy suavemente, en un canal largo, cálido y húmedo, poco a poco hasta el fondo, ella comenzó a moverse, despacio, pero conocía el oficio, la tome por las caderas y apretándola contra mi comencé a moverme con fuerza, gemía y lanzaba pequeños chillidos, suaves y cálidos, note cuando mi pene se hincho y escupió todo el semen que tenia guardado en aquel culo, note como una descarga eléctrica impresionante y una relajación total.
Después de una buena ducha de jugar en el bañera, enjabonándonos, secándonos y vistiéndoos de nuevo se coloco una tentación cortita de color negro con una braguita de color rojo, yo solo quede en calzoncillos. Después de cenar y beber dos botellas de rioja, nos fuimos para cama. Entre el calor, las ganas de follar y el efecto del alcohol, me convenció con sus gestos, ademanes y su cariñosa voz para que me dejase follar por ella, su polla era pequeña 10 centímetros, delgadita y ella sabia hacerlo bien, pues accedí a sus caprichos, me coloco en la alfombra con el cuerpo apoyado en la cama, arrodillado en la alfombra, con su lengua recorrió mi culo varias veces, con sus dedos me fue penetrando y dilatando, jugo en mi culo con un vibrador untado de vaselina, que ni que decir tiene que me gusto, coloco un poco vaselina en la entrada de mi ano y me fue penetrando con su pene, que era pequeño pero muy duro, comenzó a moverse y tardo mas de media hora en correrse en mi interior, me sujetaba por las caderas con sus manos, apretaba su pene contra mi culo para introducirlo mas y mas, se movía con cierta maestría, cada vez me gustaba mas y mas, me ponía muy caliente, ver que una mujer en camisoncito, con una tentación, me estaba penetrando y me hacia sentir algo desconocido que me gustaba, una mujer en ropa interior me estaba dando por el culo y lo peor es que me gustaba. comenzó a gemir y se corrió dentro de mi trasero, sentí un liquido abundante y caliente en mi interior.
Ni que decir tiene que aquel culito, pequeño y redondito el resto de la noche fue mío, buscamos cuantas posiciones conocíamos, mejor dicho conocía ella, puedo decir que a la mañana siguiente mi pene estaba tan exprimido que no le quedaba ni una triste gota de leche en su interior, pero el culito de mi amiguita os aseguro que estaba a rebosar.

Por la tarde del sábado salimos a dar un paseo, ella con su minifalda, al pasar por un puente, en un camino poco transitado, se apoyo en la barandilla, mostrándome su braguita de color negro que llevaba puesta, en aquella posición sin poderlo resistir, le subí la falda le aparte la braguita y de dos golpes la penetre, mientras ella miraba pasar el agua por debajo yo la folle en esta posición, fue maravilloso una corrida impresionante y el morbo de que algún vecinos nos pillara con las manos en la masa.

El resto del fin de semana me aplico dos veces su medicina, cada vez me gustaba mas, y yo le aplique la mía muchas mas veces.

Desde esta fecha vivimos juntos, ella es la mujer de mi casa, vive solo para mi, en el edificio nadie se ha dado cuenta de que es un transexual, pues las minifaldas solo las pone en la intimidad, viste como una mujer normal, con sus faldas y sus vestidos por la rodilla y es amiga de muchas vecinas. Por la noche, en ocasiones me obliga a vestirme con ropa interior de chica, a poner bragas y sujetadores, camisones, medias y jugar un buen rato con ella, hacemos el amor con mucha frecuencia mutuamente y a mi me encanta cuando ella y yo vestidos con ropas muy femeninas nos penetramos, nos hacemos el amor y nos amamos, por la mañana despartamos pensando en lo que haremos por la noche.

Lucia eres la mujer mas hermosa que he visto en mi vida


Vicente Sánchez
Datos del Relato
  • Categoría: Transexuales
  • Media: 5.68
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
patricio
invitado-patricio 23-11-2003 00:00:00

esta muy erotico tu relato bastante bueno yo tambien siy travesti e hice una cosa parecida ve mi relato un "un sueño hecho realidad" chao te deseo buena suerte

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