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Categoría: Incestos

Mi Prima Ligia María

En un relato anterior les comentaba que con mi prima habíamos tenido juegos sexuales desde niños, ella me llevaba tres años de edad, y vivía con nosotros desde niña, que fue cuando mi tío se fue becado a Israel, y se marchó cuando recién había cunplido los quince. Y todos sus cambios físicos no pasaron desapercibidos por mi, su nacimiento de pechos, su bello púbico, su formación de su escultural cuerpo, etc. Ella siempre se acomodaba sobre mi a manera que mi verga apuntando a mi ombligo quedara el tronco en medio de sus labios vaginales para que al frotarse de adelante hacia atrás, rozara su clítoris y llegar a sus orgasmos,para luego ella masturbarme y hacerme llegar al clímax, que aunque yo aún no eyaculaba, era agradable sentir los espasmos eléctricos en mi espalda y sentir el cosquilleo en mi pene al terminar. Mi pene fue siempre gruesesito y largo, les puede decir que cuando tenía los 12 años alcanzaba unos 12 cms. y así fué creciendo, hssta llegar a un pene creo yo normal, ya que ahora llega a unos 17 cm, y si es grueso.

Recién acababa de cumplir los 16 años, y una tarde que regresaba de una granja vecina desde lo alto de la colina, pude divisar como una camioneta agrícola se dirigía a casa, por el modelo viejo y carrocería abollada supuse que era mi tío, típico en el usar vehículos así, argumentando que por el trabajo que hace no necesita modelo reciente, en tanto el motor esté bien y buenas llantas. Apresuré el paso para poder recibirlo, ya que en casa no había ninguno, habían salido a un viaje y regresaban en 4 días. Para sorpresa no era el tío, era mi prima Ligia María, ahora ya de 19 años, bellísima, su cabello castaño claro, sus ojos hermosos y grandes color miel,su piel blanca, su nariz respingada y una boca sensual, de dulce y amplia sonrisa, era y es muy bella mi prima. Como hacía nucho frío llevaba un suewter grueso, y un pantalón de mezclilla super apretado, marcando una cintura finísima, sus caderas hermosas, nalgas redonditas y paradas, aunque era flaca, sus piernas eran torneaditas, y su estatura andaba por los 1.75 mts. Al verla quedé impresionado, y muy feliz ya que pese al tiempo seguía enamorado de ella y creo que siempre la amé, y la amo y creo que nunca dejaré e amarla.

Preparamos cena, y luego encendimos la chimenea para poder ver la televisión, la temperatura andaba por los 3 grados, el lugar es el altiplano guatemalteco y en noviembre se empieza a sentir el frío de fin de año. Aún no teníamos sueño y empezamos a jugar cartas, ella me dijo que estaba muy guapo, de cuerpo de complexión fuerte y se notaba que ejercitado. Los dos habíamos evitado hablar del pasado. Ella me dijo que se había enterado de la relación que había tenido por dos años con la geóloga norteamericana, y me preguntó si eso iba para largo, le comenté que antes de marcharse y sabiendo que no regresaría jamás se había hecho embarazar, y además le comenté que tenía ya 35 años de edad, y que al parecer se uniría de nuevo con su marido.

Luego de un silencio mientras jugábamos, ella me preguntó si había disfrutado del sexo y si había aprendido mucho de ella, y si me había enamorado de ella. Le dije la verdad de lo mucho que había aprendido, pero que realmente me había quedado triste y extrañaba la relación sexual a la que me había habituado, y se me salió decirle que enamora de esa persona no estaba, pues a quién realmente había amado siempre era a ella. Me vió fijamente y con una inmensa ternura, sonrió de forma dulce, tomó mi mano y se acercó a mi, y nos fundimos en un beso largo y apasionado, sdí estuvimod por varios minutos, reaccioné y estando en la cama, acaricié su hermosos pechos blancos, duros, medianos y muy bien formaditos, su pezoncito rojo y aureola color rosa, sentí endurecer sus botoncitos deliciosos, baje muy lentamente por su cuello y tórax, quité el resto de su ropa y me posé en su vientre, bajé por sus piernas deliciosas, acaricié sus pies suaves y delicados y subí por su otra pierna hasta posarse en su vagina, con mi lengua aparté sus suaves vellos y empecé a lamer su raja de abajo hacia arriba, hasta sentir su clítoris erecto y grandecito, la lamía y succionaba con mis labios y lengua, se empapó completamente, mientras le hacía sexo oral, con la punta de los dedos de los pies, acariciaba mi verga endurecida, arqueaba su cuerpo y gemía fuerte con ayes de placer y lujuria, arqueó su espalda, y subía sus caderas de forma rápida, apresuré mis lenguetazos y estalló en un orgasmo prolongado y explosivas manifestaciones de gozo. Hasta quedarse inmóvil. Acerqué mi verga hinchada y destilando líquido, y lo acerqué a su boca, le pedí que lo mamara, ella se quedó dudando, y en unos instantes abrió su boca y torpemente empezó a chupar, al principio me lastimaba con sus dientes, pero poco a poco fue haciéndolo mejor, su principio era el glande y un poquito más, conforme agarraba confianza fue tragando más hasta casi metérselo todo, estaba por venirme, ella lo sabía por mis gestos y de placer, le dije que no lo sacara que se tragara mi semen y así lo hice ne vacié en su boca. Nunca pensé que fuéramos a coger, por lo que abrazados nos fuimos quedando dormidos, a todo esto serían las once de la noche. Como a la una de la mañana, sentí los chuponcitos en mi glande, y lamidas en el tronco, ella estaba de nuevo acariciándome, le pedí que se diera vuelta a forma de quedar en un 69, ella me dijo que había crecido mi pene y estaba grueso, y me pidió que la penetrara, que quería entregarse a mi, y me dijo lo que yo quería oír, que siempre me había amado, y que amaría por siempre, que lo nuestro era imposible por ser primos hermanos,pero que quería que yo fuera quién la desvirgara. Nos acariciamos hsta estar a punto, me acosté sobre ella, abrió sus piernas ofreciéndome su vagina, coloqué mi verga en la entrada húmeda, y empecé a penetrarla, entró el glande, metí su obstáculo, ella de quejó cuando empujé, esperé un momento mientras besaba su boca y sus pechos, despacio peri firme fue entrando la pija dura en su canal estrechito. Entré hasta la mitad,ella ahogó en mi pecho su dolor, salí y despacio volví a entrar esta vez completo, muy despacio entraba y salía, poco a poco ella siguió mi ritmo, sus piernas abrazaban mi cintura, los dos empezamos a gemir de placer, yo sentía venirme, intenté salirme para eyacular fuera, pero en lugar de salir, entré todo y empecé a vaciarme en su vagina hasta llenarla, ella me dijo que de sentir los borbollones de semen caliente en sus entrañas aceleró su orgasmo y gritó de placer. Los tres días siguientes fueron de luna de miel, el día que se marchó mientras se despedía de la familia, me susurró al oído que le había venido su período, apagando en si el tenor que tenía. Ella siguió estudiando medicina, yo terminando mi bachillerato, cada 15 día nos juntábamos y cogíamos lo grande, ella siempre me decía busca chicas para que la tía no sospeche nada de lo nuestro, y así nuestra relación prosiguió, ahora ella tiene 29 años yo 26. ella médico yo ingeniero, esperamos nuestro primer hijo Ligia tiene de embarazo dos meses, nuestros padres se opusieron a la relación, nos acabamos de casar por lo civil hace un mes, ahora que saben lo del embarazo nos casaremos por la iglesia en estos días.
Datos del Relato
  • Autor: Guicho
  • Código: 24987
  • Fecha: 21-12-2011
  • Categoría: Incestos
  • Media: 4.48
  • Votos: 27
  • Envios: 0
  • Lecturas: 5476
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
lobo_calientee27
lobo_calientee27 10-02-2014 22:22:18

muy muy buen relato, muy caliente

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