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Categoría: Incestos

Mi pareja me hizo protagonista el día de mi cumpleaños

Era mi 29 cumpleaños, por aquel tiempo yo tenía una pareja muy especial, nos conocíamos hacia varios años y el me habia conocido en plena promiscuidad, yo era de los que aún teniendo pareja, amigo o novio, llamarlo como queráis. Solía alternar en garitos donde tanto jóvenes como hombres iban a buscar sexo y yo era de los que necesitaba sexo con varios hombres, a la vez o por separado, así nunca duraban mucho mis relaciones.

Alli una noche llevaba unas horas alternando, bailando y teniendo sexo con varios hombres, al entrar al baño a lavarme, entro tras de mi un siniestro joven, alto, delgadisimo, con tatuajes por todos lados visibles y múltiples tatuajes, algo muy siniestro en aquellos años, se quedó mirándome mientras me lavaba

– Veo que eres un auténtico ninfomano y seguro que necesitas mucho más sexo para quedarte a gusto?

Yo sonreí y asenti, el puso una de sus manos en su pantalón alertando su paquete y me mostró la otra mano.

– Quizás necesites esto?

Por supuesto me dio miedo , pero había oído hablar de aquella práctica y le dije que quizás había que probar, sonriendo

– Yo tengo práctica en dilatar culos y no pienso reventarte el culo, pero estoy seguro que tu culo tiene que tragar muchísimo, empezaremos despacio. Sin más se desabrocho el pantalón y saco su enorme rabo con un piercing de aro en el prepucio.

Aquel tío sexo, parecía un caballo, iba depilado y tatuado hasta la polla, ni lo pensé y le dije que nos fuéramos a su casa.

No voy a contar más al respecto, para no alargarme demasiado, pero diré que me convertí en su amante y su sumiso, siempre sabiendo él, de mi necesidad de sexo diario y sin molestarse, era capaz incluso de ofrecerme a otros hombres para descansar el algún día. Que decir que mi felicidad con él era enorme.

Mi promiscuidad aceptada, su rabo brutal y un sling con muchos dildos donde me colmaba de placer.

Así en mi 29 cumpleaños, me propuso salir a tomar algo, bailar y darme una maravillosa dilatacion anal, yo me preparé bien el culo, me vestí con una camiseta de tirantes y un pantalón muy gracioso que me regaló, tenía cremalleras por todos lados, podía enseñar mucha pierna, nalga, incluso una recorría toda la costura de atrás adelante, dejando mi entrepierna al aire.

Me llevo al bar donde nos conocimos, había muchos jóvenes y hombres conocidos, me llenaron de besos, por el tiempo que no los veía y por mi cumpleaños, con la copa a medias, me dijo que quería verme bailar en la pista, yo estaba excitado, era mi noche y creía que era parte del juego que quería para mí, de entre todos los hombres que bailaban destacaban 2, uno negro y otro mulato, los dos muy grandes y no tarde en percatarme fue que al moverse se notaba un enorme badajo moverse al son de la música en su entrepierna, al verme sólo se acercaron a mi y no dudaron en rozarse, yo mire a mi hombre y el sonrió, yo dude, era mi cumpleaños y el me había dicho darme una buena sesión de sexo duro, salí de la pista y me fui con él.

– Te prometí una noche de dilaciones! No me diras que no te pone esas pollas negras?

– De verdad? Estoy muy húmedo y sabes que soy capaz de abrirme de piernas a los dos a la vez

– Pues adelante pero baila y déjate sobrar en la pista por ellos, que te vea todos los tíos de este bar y luego entras a los reservados y que te follen

Que decir, lo había preparado para mí, yo salí a la pista y volví a bailar ahora fui yo quien me roce con ellos, era como una exhibición, me cogían por la cintura y se restregaban en mi culo, me daban su aliento en mi cuello detrás de mis orejas susurrando que era una puta muy lasciva, a cada caricia, susurro, roce, yo iba desaciendome de placer y por supuesto me convertí en el punto de vista de todos los presentes, me desabroche la cremallera de la costura del pantalón, dejando mi entrepierna libre, llevaba un suspensorio con el culo al aire y pronto note los dedos de sus manos recorriendo la raja de mis nalgas, no pude más y me incline y clave mi boca sobre los pantalones de uno de ellos recorriendo toda su polla de la base al capullo y viceversa, mientras el otro por detrás pellizcaba mis pezones, tras unos minutos de puro exhibicionismo nos adentramos en un rincón del garito lleno de sofás. Me quitaron el pantalón sin darme cuenta y me arrodillaron sobre un sofá.

Uno de ellos me abrió con sus poderosas manos mis nalgas y lamio la rosa de mi culo, su lengua húmeda lubricaba mi culo de puta, mientras el otro puso su polla en mi cara, aún flacida, era más grande que la de mi hombre que media 20 cms en erección, no lo dude, algo que me encanta es tragarme pollas, sentirlas en mi garganta y moverme lo justo con ella dentro para respirar y darle placer. Sentir como se ponía dura lo más dentro de mi garganta posible, vamos deeptroat, que se llama, cuando comencé a vomitar saliva por que me ahogaba aquella polla ya erecta, sentí como el otro me penetró casi de golpe aprovechando mi total relajación por estar medio ahogado, la dejo un rato dentro sin moverse para que yo me dilatara lo suficiente para dejarme follar. Fui yo mismo quien marcó el ritmo inicial, nada lento para su asombro. No estaban acostumbrados a tener un culo tan golfo como en mío.

El frenesí en las embestidas sólo se frenaban cuando yo lo pedía y era para cambiar de roll, vamos sacaba la polla de mi culo y la ponía a follar mi boca y viceversa, que decir que aquello levantaba admiración entre el multiple publico que tenía.

Tras un rato a cuatro patas cambiando de polla en mis agujeros, el más moreno se sentó en el sofá estando yo de pie me inclino, me cogió por los pelos y me follo la boca agarrandome x los pelos para inmovilizar cualquier huida, el otro teniéndome de pie y completamente inclinado, me penetró y con la polla dentro comenzó a meter primero un dedo y luego dos, yo apurado con tragar en mi garganta aquel pollon y con los ojos totalmente llorosos, no controlaba mis esfínteres, pero note como tras sacar la polla de mi culo alojó dentro dos dedos de una mano y tres de la otra y como exhibiendo la rosa de mi culo, separó las manos mostrando el interior de mi culo.

Durante un buen rato jugó con sus largos dedos dentro de mi culo. Tras ello me hizo sentarme sobre la polla que tenía en la garganta mirando hacia los allí presentes, iba tan dilatado que casi no sentí el pollon dentro de mi, pero seguidamente me declinó hacia atrás y el otro colocó su polla en mi culo y me hicieron una doble y brutal penetración de dos pollas de más de 22 cms cada una, mis jadeos se convirtieron en gritos frenéticos de dolor y placer cuando las dos entraban enteras dentro de mi, entonces me inclinaron hacia un lado y observe como mi hombre invitaba a los que el quería a que me follaran la boca y la llenarán de semen.

Yo en un puto extasis comencé a subcionar la primera polla que vino hasta sacarle todo el semen, con la boca abierta y llena de rica lega espere la segunda, aquella no quiso Follarme la boca y se corrió en mi cara, unos no les importaba follar mi boca llena de semen de otros hasta correrse y otros preferían venir y descargar directamente, mi cara mis ojos, mi nariz y mi pelo eran una balsa de semen.

Aquello continuo hasta que los dos morenos eyacularon dentro de mi. Se apartaron y yo expulse sobre el sofá todo el semen que llevaba en el culo, mi hombre me hizo arrodillar a cuatro patas en el sofá y recogerlo con la boca. En aquella posición el esfínter de mi culo parecía un corazón después de haber corrido los San Fermines, palpitaba a lo bestia y pronto note una mano jugando en la rosa de mi culo, dos dedos entraron en mi culo y una lengua lamía recogiendo el semen que aún salía, hasta que de dos dedos paso a tres y luego a cuatro, gire la cabeza y reconocí a un antiguo amigo, mi hombre le había dicho que me fistear.

Mientras con una mano echaba lubricante en mi culo, con la otra comenzó un nuevo frenesí de penetración, entraba la mano con los dedos en flecha y cuando llegaba a la muñeca cerraba el puño dentro de mi girandolo y frotando sus nudillos en las paredes de mi culo, luego lo sacaba lentamente abriendo el puño todo lo que podía para dilatar al máximo mi rosa.

Entonces entro a jugar mi hombre me colocó tumbado boca arriba en una mesa tapizada, yo quedaba a la altura ideal para penetrarne por todos lados, otro hombre me levanto las piernas, simulando estar en un sling, mi cabeza caía de aquella mesa o lo que fuera, comenzó a follarme la boca sus huevos golpeaban en nariz y ojos, yo quería que parará o frenará la velocidad, yo sólo podía tragar los restos de semen que quedaban en mi boca y luego vomitarlos cuando paraba y lo hacía para ir a mi culo a penetrarme también a saco, cuando paró fue para colocarse un separador de testículos, lo había echo pocas veces, a mi me gustaba, porque parecía tener otra polla de tanto que los separaba de su polla y porque retardaba muchísimo su eyaculación, pero aquella vez hizo algo nuevo, me metió los huevos y seguido retorcio su polla hasta meterla también dentro de mi.

Yo había derramado todos mis flujos en mi suspensorio, ya sólo conseguía con cada espasmo de placer soltar un pequeño chorro de orina, que caía entre mis piernas y alegremente intentaba mi hombre que entrará en mi culo, de pronto colocó su mano en mis testículos y los apretó, provocandome un considerable dolor que provocó que se cerrará mi esfínter, momento que aprovechó para sacar de golpe sus testículos y su polla de mi culo, pude observar que aquello nos dolió a los dos.

Al momento se recuperó y volvió a mi boca, pero entonces mi culo se convirtió en un aparcamiento de pollas, yo estaba allí con las piernas completamente en alto y uno tras otro se turnaban en darme lubricante y follarme. Conforme se querían correr algunos se venían en mi boca y seguidamente mi hombre me follara la boca hasta la garganta intentando que tragara todo el semen posible, otros se venían dentro de mi culo, esto siguió hasta que mi hombre se vino dentro de mi garganta, aquel semen no quería desperdiciarlo y tragué todo lo que tenía en la boca. Cuando el dijo fin, se acabó la fiesta para los demás.

Me llevo al baño completamente desnudó, yo creia que me dejaría lavar, pero lo que hizo fue colocarme en los urinarios y mearme encima, ahora mi cuerpo era una mezcla de perfume de todos los flujos que un hombre te puede dar, de esas guisas, salimos al bar, me dijo que me vistiera pero no dejó que me abrochara la cremallera del pantalón que recorría mi entrepierna.

Se despidió de todos los conocidos que estaban alrededor y me dijo que volvíamos a casa andando. Entonces pude ver que eran casi las cinco de la madrugada y la fiesta había empezado sobre las 11, total casi 6 horas follado a saco.

También entonces descubrí la cantidad de semen y lubricante que había dentro de mi culo, los veinte minutos que duro el paseo por los callejones del casco viejo hasta casa, me convertí en un caracol mis piernas chorreaban todos aquellos flujos, las pocas mujeres que aún hacían la calle, muchas de ellas conocidas del vecindario, se burlaban de mi, o insultaban diciendo que era más guarra que ellas.

Tarde un par de días en recuperar mi maltratada garganta y que decir de mi culo……

Sólo diré que fue mi más brutal fiesta hasta entonces y siempre estará en mi recuerdo.

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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