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Categoría: Confesiones

La apuesta de Norberto

Hola amigos de nuevo soy yo su amigo Norberto, gracias porescribirme para preguntar por mi pet girl y que les agradaron las fotos, eslindo saber que a la comunidad le gusta ser dominantes con las mujeres y seranti feminazis.
 
Este relato sucedió cuando tenía 29 años y ella 18.
 
Desde que comencé con mi negociono me quedo mucho remedio que contratar dos contadoras que se fueronconvirtiendo con el paso del tiempo en mis amigas, Ema y Carla, que además deser eficientes en su trabajo eran guapas y muy bien arregladas y eso sin lugara dudas atrajo más gente a trabajar a mi despacho Fiscal.
 
Después de algunos añoscontratamos a una secretaria muy bonita, con unos labios carnosos, ojos verdesgrandes y un trasero de campeonato y muy, pero muy seria ya que era su primerachamba después de haber Salido de un CECATY.
Como a Carla le gustaban losretos y las apuestas comenzó a insistirme en apostar:
Carla - Está bonita lasecretaria, pero es tan seria que no le vas a poder agarrar ni la mano.
Norberto - Es muy seria,pero no empieces que vamos a terminar haciendo algo que no debemos.
Carla - No seas cobarde,vamos, estoy tan segura que no la puedes seducir que te apuesto lo que quieras.
Norberto - No, ahí dejamosesto.
He de decir que Carla tieneuna cara muy bonita, ojos grandes café oscuro, cintura estrecha, nalgas anchasy piernas muy bien torneadas, sin embargo su mayor cualidad es que es muysexosa, cuando la ves se te antoja llevarla a la cama y no solo me pasaba a misino a varios clientes de la empresa, pero hasta ese momento nadie la habíallevado a la cama pues tenía un novio al que "quería mucho" Según ellapero no es por quemar a la gente ella amaba ponerle el cuerno con algunosclientes que movían mucho dinero con nosotros.
Dos semanas después, unviernes que nos habíamos quedado Ema, Carla y yo a trabajar, sacamos unasbotellas de vino y durante el trabajo nos terminamos dos y cuando terminamos detrabajar decidimos comprar una botella de tequila y seguir bebiendo en laoficina, entonces volvió a insistir en la apuesta:
Carla - Que pasó, vas aapostar conmigo o no, te apuesto la quincena, doble o nada.
Norberto - Ok vamos a apostar,pero no como dices, si ganas te pago doble quincena, si pierdes me regalas unanoche completa de sexo duro sin condon.
Carla - No, estás loco,doble o nada.
Norberto - Ya te dije, siquieres apostamos como te dije, si no, pues no.
Carla - Ok, está bien, yo heplaticado con ella y no vas a poder, además te voy a dar dos semanas, siquieres.
Norberto - Me pareceperfecto y cómo vas a comprobarlo, ¿vas a creer en mi palabra?
Carla - Claro que no, tienesque traerme su pantie o tanga de ella.
Norberto - Ok, pero si ganoyo decido donde y cuando es la noche que nos vamos tu y yo.
Carla - Ok, tenemos un trato
Dos semanas más tarde leentregué la tanga blanca y usada por ella, ya saben rajita de canela y olor avagina que me pidió (el como la conseguí será motivo de otro relato) y quedamosde irnos de parranda una semana después.
La invité a cenar a un muybonito restaurant francés con velas y vino, quería que notara la diferencia yque se olvidara de su novio cuando menos por esa noche. La cena transcurrió normal,aunque desde que nos vimos ella estaba muy nerviosa, su hermosa sonrisa dejabaver sus dientes todo el tiempo y adornaba la mesa con su presencia.
Ese día vistió un vestidoazul brillante con tirantes que dejaba ver su espalda pues el escote era casihasta la cintura, zapatillas azules, medias negras y se había alaciado elcabello y se lo había peinado con gel del que tenía brillos que reflejaban laluz de las velas, se veía realmente hermosa y de la contadora que iba a laoficina no quedaba nada, se había transformado en una mujer sexy que todos loshombres en el restaurante volteaban a ver y que algunos le invitaron tragosgratis.
Nos tomamos un cocktail deentrada, una botella de vino francés y para finalizar dos copas cada uno delicor 43. La combinación y cantidad de tragos hizo que la plática fuera sobretemas sexuales que hicieron más íntima la conversación (dicen que a los hombresno nos gusta el chisme, Claro que si ) y casi para finalizar la cena nos fuimosacercando, hablando cada vez en voz más baja, hablándonos muy cerca, sentíamosel aliento de cada uno en los labios, le tomé la mano y me acerqué para darleun beso, suave, delicado, intenso pero corto pues el lugar no se prestaba paramucha pasión, nunca pensé que ella tuviera ganas de estar conmigo así, perodespués de la sorpresa lo empecé a disfrutar todo muchísimo.
Le propuse irnos a"otro lado" y ella aceptó, pedí la cuenta y nos fuimos de ahí,salimos del restaurante como si fuéramos novios, agarrados de la mano y cuandonos subimos a mi carro, ella se acercó y recargó su cabeza en mi hombro.
Nos fuimos a un motel dondecada habitación tiene estacionamiento para el carro y cuando llegamos me dijoque pidiera otras copas de vino, pedí una botella que llegó rápidamente y nossentamos en una mesa que tenía la habitación y cuando comenzamos a tomarnos laprimera copa ella puso música y comenzó a desnudarse lentamente, se quitó laszapatillas, luego una a una se despojó de las medias negras y bajó los tirantesdel vestido, se acercó a mi y me besó, ahora sí un beso lleno de excitación,largo, nuestras lenguas se encontraron por primera vez luchando por tocarse,por abrazarse y con un movimiento dejó caer el vestido quedando solamente enuna tanga azul de encaje que la hacía verse preciosa, su piel morena, sedosa,increíblemente aromática, invitaba a tocarla, la acaricié toda de pie, lebesaba el cuello y cada vez que lo hacía se estremecía, la voltee con suespalda hacia mi y comencé a lamerla, el cuello como si de un perro se tratara,la espalda, tocaba sus pechos duros y sus pezones parados, mientras ella pegabasu cuerpo al mío y se acomodaba parando las nalgas para sentir mi verga en laraja de su trasero.
Comencé a bajar lamiéndolacon la punta de la lengua, disfrutando su sabor, era intenso, salado,diferente, sentía los vellos suaves de su espalda erizados y llegué a susnalgas, fui bajando su tanga hasta que la saqué por sus pies y comencé a mordersuavecito sus nalgas, las abrí, lamí su culo y cada vez que pasaba la lenguapor su ano temblaba.
No decía nada, solo gemíadespacito como si quisiera que nadie oyera como disfrutaba. La voltee y la beséen la boca y fui bajando hacia el cuello, masajeaba sus pechos y comencé alamerlos y morderlos suave y ella entre gemidos me dijo -¡¡¡muérdelos fuerte!!!y yo obedecí y al morderlos ella se excitó mucho más, me agarraba la cabeza yme apretaba a su pecho para sentir más mis dientes puso su mano en mi cabeza yme dirigió hacia abajo, en ese momento me di cuenta que tenía un camino devellos del ombligo al coño el cual fue mi guía para lamer y morder hasta quellegué a su coño lleno de vello, oloroso a sexo tan excitante que en el momentode llegar a su clítoris y meterlo en mis labios y tocarlo con mi lengua sentícomo se endureció y creció, entonces se sentó en la orilla de la cama, abriólas piernas y se recostó para recibir mi mamada.

 

Me quedé un buen ratomamándole el coño, lamiéndolo, oliéndolo, mordiendo sus labios, metí la lenguadentro de su vagina y saboreé sus jugos y la sentí muy caliente hasta que cerrólos muslos, me apretó la cabeza contra su cuerpo y se vino temblando, pero nome dejó quitarme, me apretó y me pedía más, más, más y seguí mamándole el coñoy se volvió a venir, le temblaban los labios de la vagina, se llenó de flujosque me comí con gusto y entonces abrió sus muslos para descansar.
Pero yo estaba muy calientey no la dejé descansar, me metí en medio de sus piernas y le metí la verga deun solo empujón así sin protección como habías apostado y hasta el fondo y asíme quedé disfrutando de ver a quien nunca creí cogerme y no me moví y fue ellaquien empezó a mover la cadera para comenzar el mete saca delicioso, sentí elcalor de su coño que estaba muy apretado y palpitaba delicioso, me abrazaba conlas piernas y seguimos hasta que no aguanté más y me vine inundándole el coñode semen y seguí bombeándola hasta que no me quedó nada.
Mi verga fue reduciendo sutamaño hasta que se salió del coño y nos quedamos recostados un rato perotenerla a mi lado y pensar que solamente había cogido con su novio y pocasveces (eso me platicó mientras descansábamos según ella) me excitaba tanto queen poco tiempo se me volvió a parar la verga y le comencé a comer las tetas yse prendió de inmediato y me montó y se daba sentones queriendo que la verga leentrara hasta la garganta no paraba y me montaba con desesperación hasta quenos venimos los dos al mismo tiempo, los dos temblábamos y a ella le palpitabael coño en un orgasmo muy largo.
Cuando descansamos un ratose levantó a bañar y yo después hice lo mismo, nos vestimos y la llevé a sucasa.
Nos despedimos con un beso yese fue el comienzo de una relación que duró casi dos años.
Pero después de esa ocasión ella no terminó con su novio de hecho salióembarazada y le urgía casarse con su novio, la verdad nunca supe si era mío ode su novio nunca quise abrir la caja de pandora, y tiempo después se casó conél y nos dejamos de ver ya que en la “saco de chambear” pero ella fue la que meenseñaba fotos y videos de zoofilia y de petgirls en las cuales me decía queella soñaba con tener una propia y espero que lo cumpla , yo tengo a la miacomo lo pueden ver en mis relatos.
 

Espero sus comentarios o escribanme a
srnorbertovelazquez@gmail.com
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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